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Los ecosistemas de todo el mundo están en peligro. Desde bosques y tierras áridas hasta tierras agrícolas y lagos, los espacios naturales de los que depende la existencia de la humanidad están llegando a un punto de no retorno. Por esta razón, el Día Mundial del Medio Ambiente 2024 se centra en restaurar las tierras, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía bajo el lema «Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración».

El éxito de la restauración de las tierras requiere un planteamiento que utilice los conocimientos, la voluntad y la acción de todas las generaciones. Quienes estamos vivos hoy formamos parte de una generación que es la primera en presenciar los efectos devastadores de la degradación ambiental, al tiempo que somos la última generación en aplicar soluciones para frenar esta degradación y avanzar hacia la consecución de los objetivos mundiales en materia de cambio climático y biodiversidad. Podemos ser la generación que de una vez por todas haga la paz con la tierra. Podemos ser la #GeneraciónRestauración.  

La sequía, la desertificación y la degradación de las tierras son una amenaza creciente para el planeta y las personas.

  • Se calcula que cada año se pierden unos 12 millones de hectáreas de tierras debido a la degradación, lo que afecta al suministro de alimentos y agua en todo el mundo.
  • 55 millones de personasse ven directamente afectadas por las sequías cada año, lo que las convierte en el peligro más grave para el ganado y los cultivos en casi todo el mundo.
     

La desaparición de tierras antaño productivas está teniendo un efecto devastador en los menos afortunados.

  • La degradación de la tierra afecta a 3.200 millones de personas, es decir, al 40% de la población mundial. Perjudica de forma desproporcionada a quienes están menos preparados para hacerle frente: las comunidades rurales, los pequeños agricultores y los pobres.
  • La degradación de las tierras podría reducir la productividad alimentaria mundial en un 12%, lo que provocaría una vertiginosa subida de los precios de los alimentos de hasta el 30% en 2040.  
  • Para 2030, la sequía, la degradación de las tierras y la desertificación podrían obligar a emigrar a 135 millones de personas a medida que se agrave la crisis climática. La degradación de las tierras pone en peligro los derechos humanos a la vida, la salud, la alimentación, el agua y un medio ambiente sano.
  • La juventud forma parte de una creciente categoría de emigrantes involuntarios denominados "desplazados ambientales", ya que la degradación del medio ambiente exacerbada por el cambio climático les obliga a emigrar ante la imposibilidad de ganarse la vida dignamente trabajando sus tierras.
  • En contextos frágiles, la degradación de las tierras suele exacerbar los conflictos y la violencia debido a los desplazamientos y a la competencia por los escasos recursos entre diferentes grupos comunales, como agricultores y pastores.

La economía mundial resulta seriamente afectada por la sequía y la degradación de las tierras.

  • Si los servicios de los ecosistemas siguen disminuyendo, se calcula que en 2050 se habrán perdido 10 billones de dólares del Producto Interior Bruto mundial.
  • A nivel mundial, 12 millones de hectáreas de tierra capaces de producir 20 millones de toneladas de grano se pierden cada año debido a la sequía y la desertificación, lo que amenaza con desembocar en la inseguridad alimentaria para millones de personas.
  • La degradación de los suelos puede interrumpir los procesos naturales del planeta Tierra, lo que ocasiona erosión del suelo y escasez de agua potable. Asimismo, constituye el detonante de una crisis que está abocando a un millón de especies a la extinción.
     

El cambio climático y un sistema alimentario desestructurado agravan la sequía y la desertificación.

  • El cambio climático agrava la desertificación y la degradación del suelo debido a que incrementa la frecuencia y la gravedad de las sequías, las olas de calor y los incendios forestales.
  • La deforestación y la degradación de las tierras agravan aún más el cambio climático al deteriorar los bosques, las tierras áridas y los pastizales, que son importantes almacenes de moléculas de carbono que calientan el planeta.
  • La agricultura es una de las principales causas de la degradación del suelo. La expansión de la agricultura ha talado o transformado aproximadamente el 70% de los pastizales y el 50% de las sabanas de todo el mundo.

Para contrarrestar la desertificación y la degradación de la tierra, el mundo debe restaurar los ecosistemas dañados.

  • Cada dólar invertido en la restauración de los ecosistemas(es decir, en el proceso de detener y revertir la degradación) produce beneficios de hasta 30 dólares en servicios ecosistémicos y ayuda al mundo entero a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el plan de la humanidad para un futuro mejor.
  • La recuperación del 15% de las tierras reconvertidas en los lugares adecuados podría evitar el 60% de las extinciones de especies estimadas.
  • La conservación y restauración de los ecosistemas podría ayudar a contrarrestar el cambio climático y las catástrofes relacionadas con el clima reactivando toda la capacidad de los bosques, turberas, zonas áridas, humedales y ríos para almacenar carbono, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y absorber los impactos de las catástrofes.
  • Las ciudades ocupan menos del uno por ciento de la superficie terrestre de la Tierra, y sin embargo albergan a más de la mitad de la población mundial. Son una fuerza poderosa en el ecosistema global, responsables de aproximadamente el 75% del uso global de recursos y energía; producen más de la mitad de los desechos a nivel mundial; y al menos el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Debido a su enorme impacto ambiental, las ciudades pueden desempeñar un enorme protagonismo en los esfuerzos de restauración de tierras y en el fomento de la resiliencia ante la sequía.

A nivel mundial, en los últimos años se han logrado avances alentadores en las iniciativas para restaurar los paisajes degradados.

  • Los países están avanzando en el cumplimiento de sus compromisos en el marco del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas, un movimiento mundial para recuperar los espacios naturales deteriorados. Los países se han comprometido a restaurar 1.000 millones de hectáreas de tierras degradadas y a asumir compromisos similares para las zonas marinas y costeras.
  • Actualmente, entre 765 millones y 1.000 millones de hectáreas están destinadas a la restauración. Casi la mitad de la superficie a restaurar se encuentra en el África subsahariana, con importantes compromisos también en Asia y América Latina. 
  • Las Iniciativas Emblemáticas de Restauración Mundial del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (un grupo de iniciativas pioneras) son prueba fehaciente y vigente de que la restauración aporta una amplia gama de beneficios medioambientales, como el aumento de la productividad, la retención de carbono y la conservación de la biodiversidad.
  • El Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, un pacto histórico para proteger la naturaleza firmado en 2022, incluye la meta de que antes de 2030 al menos el 30% de los ecosistemas terrestres, marinos, costeros y de aguas continentales que hayan sufrido degradación estarán en fase de restauración efectiva.

El Día Mundial del Medio Ambiente es una oportunidad para poner de relieve las soluciones a la sequía, la desertificación y la degradación del suelo.

  • Desde 1973, el Día Mundial del Medio Ambiente ha servido para concienciar sobre problemas ecológicos críticos, desde el cambio climático hasta el agotamiento de la capa de ozono.
  • El Día del Medio Ambiente ha ayudado a impulsar a gobiernos, empresas, grupos de la sociedad civil y particulares a aplicar soluciones y hacer frente a estos desafíos ambientales.
  • El Día Mundial del Medio Ambiente 2024 está organizado por el Reino de Arabia Saudita y se centra en la restauración de la tierra, la contención de la desertificación y el fortalecimiento de la resiliencia a la sequía.
  • El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) encabeza el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio de cada año.

Los Pueblos Indígenas, las mujeres y la juventud desempeñan un papel importante en la restauración de los ecosistemas deteriorados y en la lucha contra la degradación de las tierras, la desertificación y la sequía.
 

Todo el mundo puede formar parte de la campaña del Día Mundial del Medio Ambiente 2024 y contribuir a las actividades de restauración de tierras en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

La gran ventaja de la restauración de los ecosistemas es que transmite un mensaje de acción y esperanza, y puede llevarse a cabo a cualquier escala y en cualquier contexto. Descubre cómo pasar a la acción: 

  • Inscríbete e involúcrate en actividades, eventos o acciones de restauración entre abril y junio.
  • Destaca tu actividad en el Mapa de actividades del Día Mundial del Medio Ambiente y recibe una credencial de inscripción.
  • Participa en la restauración de tierras y suelos con la guía práctica del PNUMA.
  • Corre la voz e inspira a otras personas contando cómo estás ayudando a regenerar las tierras, utilizando las etiquetas #GeneraciónRestauración y #DíaDelMedioAmbiente.
  • Visita el sitio web para acceder a recursos, últimas actualizaciones, reportajes, noticias y consejos.
  • Aprovecha los recursos de comunicación de este movimiento y compártelos con tus amigos, compañeros, socios y redes sociales para difundir las soluciones y las mejores prácticas.
  • Comparte y amplifica los mensajes del Día Mundial del Medio Ambiente dentro de tu comunidad sobre cómo sumarse a los esfuerzos de restauración de la tierra en cualquier lugar, desde edificios de oficinas, centros educativos y jardines hasta campos agrícolas, parques ¡e incluso la calle frente a tu casa! 
  • Invita a otras personas de tu red a inscribirse y participar.