La contribución del suelo al cambio climático, a través de la oxidación del carbono del suelo, es importante. Sin embargo, los suelos (y, por tanto, la agricultura) pueden desempeñar un papel fundamental en la mitigación del cambio climático. Mediante múltiples prácticas agrícolas, podríamos ayudar a almacenar grandes cantidades de carbono atmosférico en el suelo y, al mismo tiempo, regenerar la fertilidad del suelo, la salud de las plantas y ecosistemas enteros.